Jardines De Fez

Diario de viaje Marruecos-Día 3: Medina de Fez (1)

Post Series: Diario de Nuestro primer viaje de Marruecos: Meknes, Fez y Rabat

A las 6:00 nos despertaron los rezos del imán de una mezquita que estaba situada junto a nuestro riad, luego pudimos dormir un rato más. Este día nos adentrábamos en el corazón de la medina de Fez. Para nuestro primer encontronazo con la medina contratamos un guía oficial, a través de los dueños del riad, donde nos hospedábamos.

plaza de entrada a Fez

Muralla y plaza de Fez

Visita guiada por la medina de Fez

El precio de nuestra visita con un «guía oficial» fueron 250 Dh en total (25€), por unas 3-4 horas, para nosotros dos.

Durante nuestra visita nos hizo un recorrido bastante completo desde fuera a adentro de la medina de Fez. Íbamos, por así decirlo, como retrocediendo en el tiempo, desde el siglo XX en el barrio periférico de la medina hasta el siglo VII, en el centro de la medina, donde se ubican los edificios más antiguos.

Vamos a hacer una valoración de la visita guiada que nos tocó. Esto no quiere decir que todas las visitas guiadas en Fez sean iguales, pero quizás os pueda servir como orientación y valorar o no el contratar una visita guiada:

Cosas positivas de nuestro guía por Fez

  • Hablaba perfecto español.
  • Nos mostró algunas de las calles y callejones escondidos, por las que difícilmente se nos hubiese ocurrido entrar solos, por miedo a perdernos para siempre.
  • Al caminar por las calles y estar con él, no se nos acercaba ningún vendedor persuasivo.
  • Nos llevó directamente a una de las tiendas, que disponía de una terraza con un buen mirador a las famosas curtiderías, donde pudimos contemplar una de las más famosas estampas de Fez.  Era impresionante ver el arduo trabajo de los empleados de la curtidería. Muchos se encontrabas sumergidos en las cubetas donde se tratan las pieles con cal viva y “caca de paloma”, según nos contaron. Posteriormente, tras varios días de secado, se procede al tintado de las pieles.
curtiderías de Fez

Vista de la curtidería. En los balcones de arriba podéis ver las pieles secándose.

 

  • El guía nos paseó por los zocos más importantes de mercado de Fez. Algunos localizados en pequeñas plazoletas, escondidas entre los callejones, que difícilmente hubiéramos encontrado por nuestra cuenta.
callejon de Fez

A ver quien entra por aquí sin guía..

  • Sobretodo, nos quitó el temor inicial a pasear por la medina de Fez. Ya que vimos que nadie te acosaba, ni te perseguía, ni te agobiaba…, como habíamos leído en algún foro.
  • Nos contó, además, 4 detalles interesantes:
  1. Las puertas de las casas tienen dos llamadores. El situado a menor altura es para las mujeres y el de mayor altura es para los hombres. De esta manera, la persona que está en el interior, si es mujer, puede saber el sexo de quien llama (la mujer no tiene que mostrarse sin velo ante otros hombres que no sean los pertenecientes a su familia).
  2. El perfil de los habitantes de Fez ha ido cambiando. Antes era una ciudad con mucha actividad cultural, donde vivía gente de un alto poder adquisitivo (Fez fue capital de Marruecos durante muchos siglos). Poco a poco esta clase más pudiente ha migrado hacía la capital, Rabat. En su lugar, la población en Fez ha ido creciendo progresivamente con gente más humilde proveniente de zonas rurales, que han ido superpoblando la medina.
  3. Nos recordó que en el mundo musulmán lo valioso está en el interior. Esto se veía claramente, en las casas y palacios, por fuera no aparentaban nada y, al entrar, encontrabas estancias alucinantes con una decoración y un lujo patente.
  4. Los minaretes de las medinas de Marruecos son de forma prismática. Su estilo es diferente al del resto del mundo musulmán, de influencia turca, con forma cilíndrica.

En las siguientes fotos, se puede ver la diferencia entre ambos estilos mostrando el minarete de la mezquita de Fez y de una mezquita de Sarajevo (Bosnia).

Cosas negativos de nuestro guía por Fez

  • El guía nos llevaba muy deprisa por la medina, tanto que cuando llegamos a las calles principales abarrotadas de gente se nos hacía difícil seguirlo. Hubo un momento que se dio la casualidad que nos cruzamos con los turistas japoneses con las que compartimos cena de nochevieja en Meknes. Al parar a saludarlos el guía no se paró a esperar, así que tuvimos que salir corriendo a por él. (Si quieres leer sobre nuestra de nochevieja especial en Meknes puedes acceder al post desde Aquí)
  •  Al principio de la visita le dijimos al guía que no queríamos comprar nada, que sólo queríamos recorrer las calles y monumentos. Él no nos hizo mucho caso, nos llevó por varios locales y tiendas, intercediendo continuamente para que comprásemos, queriéndose llevar él la correspondiente comisión.
  • La visita guiada terminó en la plaza Bab Rcif. Aquí nos propuso el guía que tomáramos un taxi hasta la puerta del Palacio Real de Fez. Él nos acompañaría en el taxi y luego seguiría hasta su casa. Hasta aquí nos parecía bien, incluso no teníamos ningún problema en pagar nosotros el taxi. Lo que no nos convenció fue que en lugar de hablar con un taxi normal (petit-taxi), le vimos negociando con una coche particular para llevarnos, al triple de precio y quedándose él con la comisión.  Así que le dijimos que no y nos despedimos de él con un sabor amargo.

Después de la acelerada visita guiada decidimos poner el botón de pausa y sentarnos en la plaza Bab Rcif donde nos dejó el guía. Pasamos un rato de relax entretenidos viendo el trasiego de gente que nos rodeaba en ese momento: gente que va y vienen entrando y saliendo de la  medina, muchos niños jugando al futbol en la plaza. De repente, llamaron a rezar desde el minarete de la mezquita principal de Fez, sumándose en pocos segundos la llamada de todos los minaretes de la ciudad de Fez, de forma sincronizada…

plaza Bab Rcif

plaza Bab Rcif

Barrio Fez-el-Jedid y jardines Jnab Sbil

Empezaba nuestra segunda parte del día, esta vez por nuestra cuenta.

Tomamos un taxi, con nuestros habituales problemas de negociación, para ir hasta la puerta del Palacio Real, situado en el barrio de Fez-el Jedid (nueva medina).

  • El palacio real está situado en el barrio de Fez-el Jedid (nueva medina).La fachada del palacio real de Fez es espléndida e hicimos algunas fotos. Dentro del palacio no se podía entrar.
fachada palacio real de Fez

fachada palacio real de Fez

  • Desde allí, fuimos recorriendo el barrio Judío de Fez,  Fez-el-JedidEn este barrio, donde ya no viven judíos, las fachadas de las casas presentaban balcones, elemento que no habíamos encontrado en el resto de la ciudad antigua. En este barrio puedes visitar una singoga y un cementerio judío.
Calle del barrio Judío de Fez

calle del barrio Judío de Fez

 

  • Honestamente, nuestro objetivo en aquel momento era buscar un lugar para comer, estábamos «que nos caíamos de hambre» después de tanta carrera detrás del guía. Pasamos junto a la sinagoga y el cementerio judío. Salieron unos guías espontáneos a ofrecernos la visita de la sinagoga, sin embargo, le dijimos que no, ya que sólo queríamos buscar un lugar para comer.
  • Después nos adentramos por la calle principal del barrio Grande Rue de Fez-en-Bali. Esta calle es como un gigantesco mercadillo, pero destinado a la gente local. Vendían de todo pero sobretodo ropa y calzado. En esta zona de la ciudad éramos los únicos turistas. Al final de la calle encontramos junto a un parque un restaurante con buena pinta “Café de la Noria” y fue todo un acierto: tranquilidad, comida al aire libre, buenos platos a buen precio, wifi y baños limpios. Lugar que os recomendamos.

Tras la comida nos dirigimos a los Jardines Jnan Sbil.

  • Es un parque que nos encantó, muy cuidado, con varias fuentes y diferentes tipos de arboles y arbustos. Cuenta con una zona de cañas de bambú y de un precioso estanque. Había varías familias paseando tranquilamente. La verdad, es un lugar altamente recomendable para descansar del estrés y del jaleo de la Medina.

Entrada de nuevo a la Medina de Fez y Museo Bata

Atravesamos  los grandes lienzos de la muralla, para entrar de nuevo a la Medina de Fez. La gran explanada de entrada a Fez estaba repleta de puestos de mercados y abarrotada de gente.

Finalmente acabamos el día realizando una visita al Museo Bata, el precio era 10 DH (1€).

  • El museo es sencillo con piezas de artesanía y un enorme patio central con algunas fuentes y jardines. Tampoco nos pareció gran cosa, pero por el precio que cuesta, mereció la pena entrar. Sobre todo, porque supone un rato de “relax”, después de caminar por las calles de Fez. (Estuvimos solos durante la visita al museo).
patio del museo Bata en Fez

patio del museo Bata

Fuimos a cenar a uno de los restaurantes cercanos a la puerta Azul y regresamos a descansar al riad de manera exitosa (esta vez sin perdernos).

En el siguiente Post Diario de viaje Marruecos-Día 4: Fez (2), incluiré un plano interactivo en el que podréis ver el recorrido completo que hicimos en la ciudad de Fez, con los principales puntos de interés. 🙂

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