Que ver en Podgorica (capital de Montenegro)
Hoy queremos hablaros de Podgorica, la capital del pequeño país de Montenegro. Esta ciudad fue una de nuestras paradas para pernoctar en el viaje a los Balcanes, que realizamos por nuestra cuenta en Agosto de 2015.
Teníamos muchas dudas antes de decidirnos a visitar Podgorica. Es una ciudad de la que hemos encontrado muy poca información en internet. La mayoría de viajeros que visitan Montenegro (que ya de por sí son pocos) la pasan de lado y se centran en recorrer la costa y los parques naturales, esquivando la capital. Los pocos blogueros que hablan de esta ciudad, dicen en sus diarios de viajes que Podgorica carece de interés y no merece la pena ni siquiera entrar a visitarla. Algunos dicen que «es una ciudad fea con ganas». Así que las referencias iniciales no eran demasiado atractivas.
Nosotros somos cabezotas y sobretodo muy curiosos, y no queríamos irnos de Montenegro sin visitar su capital.
¿Por que?. Imaginamos que si es la capital del país «por algo será». Además es de largo la ciudad más poblada de Montenegro. Así que íbamos con el pensamiento de que «algo tiene que tener». Somos de la idea de que todos los lugares primero hay que conocerlos y luego opinar, como vamos a hacer a continuación.
Visitando Podgorica
El día estaba atardeciendo en la ciudad costera Ulcinj (en la frontera de Montenegro y Albania). Habíamos pasado una agradable tarde en la playa de la ciudad. No teníamos reservado ningún alojamiento para ese día, por lo que se nos ocurrió ir a la capital, Podgorica, donde nos resultaría más sencillo encontrar un hotel para pasar la noche. Podgorica distaba a unos 80 km.
Al primer vistazo de Podgorica, ya de noche, nos encontramos con una ciudad plana, bastante extensa, formada por bloques de apartamentos grises y amplias y larguísimas avenidas. Nos pareció la típica estampa de ciudades construidas según los estándares urbanísticos comunistas. Hay que recordar que Podgorica fue una ciudad que fue destruida prácticamente por completo durante la segunda guerra mundial y por tanto casi todas las edificaciones tienen menos de 70 años
Ya era noche cerrada y nos urgía encontrar alojamiento, y no había tiempo de encontrar apartamentos o albergues económicos. Nos topamos con un hotel de cuatro estrellas: HOTEL NEW STAR que tenía bastante buena pinta, nuevo, con garage, en una zona que entendíamos como céntrica (aunque esto no lo teníamos claro, toda la ciudad es parecida). Preguntamos el precio a la recepcionista, nos dijo que 80 € (esto se salía de nuestro presupuesto). Cuando estábamos por irnos nos preguntó la recepcionista que cuanto podíamos pagar, ya que podía localizarnos otros alojamientos, le dijimos que un tope de 60 € como mucho. La recepcionista hizo una llamada y sorprendentemente nos dijo que OK, que nos podíamos hospedar en ese mismo hotel por 60 € (es increible, en Montenegro se regatean hasta en los mejores hoteles).
Una vez instalados en la habitación fuimos a cenar. En la avenida «Kralija Nicole», cenamos en un sitio local de comida rápida una hamburguesa, refresco y helado, todo por el económico precio de 3€ cada uno. Le preguntamos a la recepcionista si era seguro caminar de noche hasta el centro de la ciudad (la iluminación de las calles era escasa, y daba a la ciudad un aspecto lúgubre). Ella nos dijo que era absolutamente seguro. Sin embargo cambiamos de idea y después de la cena fuimos a dormir, ya que estábamos muy cansados.
A la mañana siguiente, fuimos caminando a la Plaza de la República, distante 1 km. El urbanismo de la ciudad seguía en la misma tónica: avenidas grandes, edificios de hormigón blanco o gris. El calor apretaba ya desde primera hora.
Pasamos por la Torre del reloj, el único edificio que se conserva de antes de la Segunda Guerra Mundial.
Por fin llegamos a la plaza principal de la ciudad: la Plaza de la República. La plaza consistía en un gran cuadrado con baldosas de piedra, rodeadas de feos edificios blancos. Sorprendentemente, estamos en el centro de una ciudad de 2000 años de historia y sin embargo todos son edificios modernos. La verdad no era una plaza bonita, pero por alguna razón nos gustaba estar allí. El hecho de ser los únicos turistas, nos daba la sensación de estar en un lugar muy muy lejano. En la plaza había movimiento comercial, y diversas cafeterías, se nota que es el corazón de la ciudad.
Nos sentamos a desayunar en una de las terrazas de las elegantes cafeterías de la plaza. Queríamos pedir unos croissants y cafés con leche, pero con la complicación del idioma nos equivocamos y nos sirvieron unos abundantes sandwiches, que por supuesto nos los comimos.
Mientras desayunamos nos sorprendió ver en la plaza una excursión de turistas japoneses. La verdad es que esta gente están por todas partes, que viajeros que son, te los encuentras en los lugares más insospechados.
Una vez desayunados, continuamos recorriendo, con 40º de temperatura la ciudad. Llegamos a uno de los emblemas de Podgorica: El Puente del Milenio. Es un puente atirantado sobre el río Moraca. Este río, de transparentes aguas, parte en dos la ciudad, formando un ancho cañón.
Continuamos caminando, bajo un sol de justicia, hacia el edificio más emblemático de la ciudad: la catedral.
Antes, de camino, nos encontramos un curioso monumento dedicado a un cantante. La verdad es que no supimos descifrar quien era porque el cartel estaba escrito en letras cirílicas.
Por fin encontramos la catedral de la Resurección de Cristo en medio de una gran explanada. Al llegar a la catedral nos sorprendió las dimensiones del edificio. Era grandioso, y la verdad que estaba acorde a las amplias avenidas de la ciudad. Con sus color blanco y tejados grises, no desentonaba con los edificios de alrededor.
Pero lo mejor estaba por llegar: al entrar a la catedral, nos quedamos con la boca abierta y no la cerramos hasta salir, era como adentrarse en otra dimensión: todo era espectacular, grandioso y lujoso. Estaba pintado y decorado hasta el último cm cuadrado de pared, techo y bóveda. Las lámparas eran impresionantes. Nos quedamos una hora dentro contemplando cada detalle. La verdad que el lugar es fantástico y nos encantó.
Después de visitar la catedral, tomamos un taxi de vuelta al hotel. Tan sólo nos costó 2 € (los taxis son extremadamente baratos).
Datos que debes saber de Podgorica
- Podgorica es la capital de Montenegro, uno de los países más pequeños y jóvenes de Europa. (Montenegro se independizó de Serbia en el año 2006)
- Cuenta con tan sólo 150.000 habitantes, por tanto es también una de las capitales menos pobladas de Europa.
- Es el centro, político, económico, administrativo, cultural, universitario y comercial del país. Todo lo que se mueve por Montenegro pasa por esta ciudad.
- Es la capital más calurosa de Europa en verano, se alcanzan los 40 ºC con facilidad. Se asienta en una gran llanura a unos 50 km del mar Adriático.
- La historia de Podgorica abarca más de 2000 años. En el año 1474 fue conquistada por los turcos, dando a la ciudad un aspecto oriental. Durante la segunda guerra mundial, la ciudad fue bombardeada 62 veces, quedando totalmente destruida. Fue reconstruida, dándole el aspecto que presenta en la actualidad.
- Se llamó durante muchos años como «Titogrado», en honor al General Tito (gobernante durante décadas de la Antigua Yugoslavia).
- En Podgorica, así como en el resto de Montenegro es muy barato desplazarse en taxi. Dentro de la ciudad ningún desplazamiento te va a costar más de 2 €.
Que ver en Podgorica
Resumiendo, si vas a Podgorica, tienes que ver:
- La Catedral de Podgorica: es el edificio más notable de Montenegro. Este templo ortodoxo es una obra de arte de reciente construcción. Comenzó a erigirse en el año 1993 y terminó en el año 2014. Las pinturas al fresco que decoran cada rincón de su interior son espectaculares.
- Puente del Milenio: puente atirantado sobre el río Moraca, inaugurado en el año 2005.
- Torre del Reloj: construida en el año 1667 por el imperio Otomano. Es el único vestigio de antigüedad que encontrarás en la ciudad.
- Plaza de la República: plaza de forma cuadrangular, de 15.000 metros cuadrados, que constituye el centro y el corazón animado de la ciudad.
¿Merece la pena visitar Podgorica?
Si somos honestos, se puede decir que Podgorica es una ciudad poco atractiva para el turista. Todo lo antiguo fue borrado del mapa durante la Segunda Guerra Mundial. Francamente, no compensa hacerse un viaje «ex profeso» a la capital si estas lejos, por ejemplo desde Kotor.
Nosotros encontramos lo que esperábamos, una ciudad que fue totalmente arrasada en la guerra y fue levantada siguiendo los estándares comunistas, yendo a lo práctico y no a lo bello.
Sin embargo, Podgorica esconde un tesoro único que es su Catedral. Así que si andas cerca, no dudéis en entrar a la ciudad y visitar este magnífico monumento, que además es gratuito.
A nosotros sí nos ha merecido la pena, sin ninguna duda, gastar unas horas en esta ciudad por el simple hecho de visitar su catedral por dentro, toda una preciosidad y sin duda uno de los templos más espectaculares que ha quedado grabado en nuestra retina para siempre.
Pues muy bien por la catedral.
Gracias Angel por tu comentario. Pues sí, la catedral es impresionante y ya justifica una visita a Podgorica.